La elevación de la tensión arterial es un patología muy prevalente en las personas mayores. Se trata de uno de los factores de riesgo cardiovascular más importante que puede generar multitud de problemas de salud que conllevan discapacidad cuando no un desenlace fatal.
La hipertensión arterial casi siempre es sin causa aparente pero puede ser secundaria a otras enfermedades. En este último caso es conveniente realizar un estudio cardiológico.
El control periódico de las cifras de tensión arterial así como de otros factores de riesgo cardiovascular es necesario en la población adulta. La intervención farmacológica, los hábitos dietéticos (dieta baja en sal) y el ejercicio físico, son básicos para su control.