La pérdida involuntaria de orina es muy frecuente en la población mayor sobre todo en mujeres. Su impacto en la calidad de vida de la persona que lo padece es muy importante. Existen diferentes tipos de incontinencia y aun cuando hay circunstancias patológicas que hacen que su solución no sea posible, sin embargo existen otras en las que se puede atajar o al menos mejorar.
La colaboración con los especialistas en urología junto con la valoración geriátrica hará que se tenga un mayor conocimiento del problema. El tratamiento farmacológico e incluso de fisioterapia con ejercicios pélvicos puede mejorar el cuadro. El buen uso de los absorbentes así como la adquisición de buenos hábitos hará minimizar las consecuencias de esta patología en los casos no solucionables.