El Síndrome de inmovilidad puede ser el inicio o el final de muchas enfermedades en la persona mayor.
La falta de movilidad produce cambios en el ser humano: pérdida muscular (55% as 6 semanas), trombos, úlceras, etc. Puede aparecer de forma brusca o progresiva y es potencialmente reversible y previsible, si se detecta a tiempo.
El ejercicio físico es el principal factor para prevenir la inmovilidad. Su detección precoz y las adaptaciones del entorno favorecen los desplazamientos y estimulan el mantenimiento de la autonomía.