Son aquellas actividades y tareas manuales, seleccionadas especialmente, por su valor físico, mental y social. Con ellas, se persigue conseguir la motivación y concentración por parte del paciente en un trabajo o tarea determinada con el objetivo de mejorar su disposición general y de alcanzar su máxima independencia.
Estas actividades, además, son necesarias para mantener funciones y capacidades, promover la salud y las relaciones sociales, reforzar la autoestima y generar la satisfacción de sentirse útil.
Con estas actividades se consigue adquirir nuevas habilidades, evitar el aislamiento potenciando las relaciones interpersonales, fomentar la autoestima, rehabilitar y/o mantener la funcionalidad de los distintos tipos de pinza, estimular la motricidad fina y la coordinación óculo-manual, mejorar y/o mantener el rango de movilidad articular y la fuerza muscular y potenciar la creatividad.