La rehabilitación de la marcha consiste en reeducar, mantener o mejorar las capacidades para desplazarse una persona de un lugar a otro, buscando siempre el mayor grado de independencia y evitando posibles caídas futuras. La deambulación de una persona se puede haber visto alterada por artrosis, hipotonía, fractura o daño neurológico, principalmente.
Los beneficios de la rehabilitación de la marcha son varios, destacando el primero y fundamental que es la independencia. Además, en la rehabilitación de la marcha se trabaja el equilibrio, fundamental para crear una buena estabilidad y desarrollar una correcta marcha, bien sea mediante el uso de ayudas técnicas tales como muletas, bastones, andadores o sin ellas.
Primera consulta y tratamiento
Antes del reentrenamiento de la marcha los pacientes deben mejorar el arco de movilidad articular y la fuerza muscular.
Poner especial atención en el fortalecimiento de los siguientes músculos: peroneos (superficial y profundo), tibial anterior, gastrocnemios, iliopsoas. No hay que olvidar a los estabilizadores dinámicos del tronco.
Instalaciones modernas y adaptadas
El entrenamiento puede iniciarse en barras paralelas, en especial cuando el equilibrio del paciente es precario, progresando hasta la marcha con ayudas biomecánicas.
Algunos pacientes deben llevar un cinturón de asistencia para evitar caídas.
La reeducación del equilibrio también es parte esencial del proceso. Comienza promoviendo el equilibrio en posición de sedente con apoyo, se continua sin apoyo, bípedo estático, hasta llegar a bípedo dinámico.
Una vez que el paciente camine con seguridad sobre terreno plano puede iniciarse el reentrenamiento en gradas, y terreno irregular.