La Risoterapia es una técnica psicoterapéutica que busca conseguir beneficios tanto mentales como emocionales a través del fomento de la risa.
Es sumamente importante aprender a reírse de uno mismo, de las capacidades limitadas que presentamos los seres humanos y de la vida en general, desdramatizando de alguna manera las situaciones del día a día.
Está probado que quienes practican la Risoterapia tienen una mejor imagen de sí mismos, de su entorno y de sus posibilidades, fomentando en la persona el desarrollo de un espíritu optimista.
Intervenciones
Risas por parejas o grupos pequeños
Por parejas sentados, comunicarse entre sí a través de sonrisas, risas, suspiros, gestos… todo excepto hablar. Hacer varios cambios de parejas, luego se puede probar en grupos de cuatro, y de seis, para explorar con diferentes personas.
Rueda de risas
En rueda, sentados en sillas, pasar un «ja» a la persona de la derecha para que siga pasando en este sentido y «je» hacia la persona de la izquierda y que pase en este sentido. Finalmente, llegará a la primera persona que empezó, el «ja» por el lado izquierdo y el «je» por el lado derecho.
Explorar la risa
Dejar que los participantes se coloquen sentados en sillas sin un orden especial. Practicar diferentes tipos de risa, con distintos sonidos, vocales diferentes, como si estuviéramos bajo el agua, reír sin pausa, con la boca cerrada etc.
Juegos para hacer reír
Con este objetivo se pueden llevar a cabo muchas dinámicas y juegos, por ejemplo, sentados en parejas un participante se encargará de hacer reír y el otro tiene la instrucción de no reírse. Lo fundamental es ser consciente de que sólo con intentar hacer reír a alguien, uno se ríe y disfruta más que siendo espectador. Cuando uno sale de sí mismo para provocar un sentimiento positivo al otro, ya empieza a encontrarse mejor.