Convertimos la soledad no deseada en compañía y alegría diaria
Diseñamos planes personalizados que fortalecen el sentido de pertenencia y fomentan la conexión social
Aunque el verano suele ser época de descanso y disfrute, puede resultar un periodo delicado para las personas mayores. Las altas temperaturas, los cambios en la rutina y la ausencia temporal de familiares durante las vacaciones aumentan la sensación de soledad no deseada, afectando su bienestar emocional y calidad de vida. En este contexto, el entorno residencial ofrece acompañamiento constante, socialización y apoyo emocional, para que esta etapa se viva con mayor compañía y confort.
En este artículo conversamos con Ana Isabel Rodríguez, terapeuta ocupacional en nuestro centro de Pacífico, quien nos explica cómo detectamos, prevenimos y abordamos la soledad no deseada desde una mirada cercana y profesional.
<<Las personas residentes valoran sentirse acompañadas y escuchadas, y agradecen la oportunidad de participar en actividades y compartir experiencias con quienes viven situaciones similares.>>
¿Cómo se detectan y abordan los casos de soledad no deseada en un entorno residencial?
En Los Nogales, detectar la soledad no deseada empieza por una observación continua y un trabajo conjunto entre todo el equipo interdisciplinar. Desde Terapia Ocupacional, junto con otros profesionales, prestamos mucha atención a cambios en la conducta o en la participación en actividades, porque muchas veces la soledad se expresa de manera indirecta.
Cuando identificamos estas señales, diseñamos un plan personalizado que suele incluir la incorporación progresiva a actividades grupales, fomentar vínculos entre personas residentes y proponerles tareas con sentido y propósito.
¿Cómo se trabaja desde el área de Terapia Ocupacional para fomentar las relaciones sociales entre personas mayores?
Desde Terapia Ocupacional diseñamos actividades que, además de estimular las capacidades físicas y cognitivas, también ayudan a fortalecer los lazos sociales y el sentido de pertenencia. Organizamos talleres donde compartir experiencias, tomar decisiones en grupo o resolver tareas cooperativas, además de simplemente disfrutar del tiempo juntos.
Con Psicología y Animación Sociocultural, buscamos identificar qué motiva a cada persona, porque a veces lo que ayuda a superar la soledad no deseada es encontrar una nueva afición, recuperar alguna vieja pasión o simplemente compartir momentos con otros.
¿Cómo se adapta la rutina en los centros durante los meses de verano para hacer frente al aislamiento estival?
El verano puede ser complicado, ya que muchas familias viajan y eso puede afectar emocionalmente a algunas personas residentes.
Para evitarlo, mantenemos sus rutinas diarias, pero reforzamos las actividades grupales con dinámicas especiales de verano: talleres al aire libre en zonas de sombra, celebraciones como el aniversario del centro… así logramos que se sientan acompañados y disfruten de esta época.
¿Cómo valoran las personas mayores las medidas que se toman para fomentar el acompañamiento?
Las personas residentes valoran mucho todas las acciones que les hacen sentir acompañados, escuchados y considerados. A menudo nos expresan su agradecimiento por poder participar en actividades y por tener espacios donde compartir sus historias y conectar con otras que tienen vivencias similares.
¿Podrías compartir algún ejemplo significativo de superación al aislamiento que hayas vivido en Los Nogales?
Recuerdo a una mujer que, al llegar, estaba muy aislada y apenas salía de su habitación salvo para comer. Empezamos poco a poco, con talleres pequeños y charlas centradas en su historia de vida. Con el tiempo, fue participando en más actividades y terminó conectando con otras personas residentes.
Es un ejemplo claro de cómo una intervención respetuosa y centrada en la persona puede transformar la soledad no deseada en una oportunidad para crear vínculos.
¿Qué mensaje transmitiría a las familias que encuentran dificultades en el acompañamiento de sus personas mayores durante los periodos vacacionales?
Les diría que no deben sentirse culpables por no poder estar todo el tiempo. El acompañamiento puede tener muchas formas y aquí hacemos todo lo posible para que sus seres queridos estén cuidados, atendidos y emocionalmente acompañados, para que se sientan en casa y queridos.