El valor de la logopedia
Mejorando la calidad de vida de las personas residentes a través de la comunicación.
Los problemas relacionados con habilidades comunicativas en las personas mayores pueden deberse a enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares o simplemente al proceso natural de envejecimiento. Estas alteraciones, además de afectar la capacidad de expresión, pueden generar otras consecuencias como aislamiento, estigmatización, incomprensión, frustración emocional o dependencia de los demás para realizar tareas cotidianas.
La comunicación es una necesidad fundamental para todos los seres humanos porque nos permite expresar nuestras emociones e intereses a través del lenguaje, ya sea hablado, escrito o corporal. En este sentido, el trabajo de los logopedas es esencial porque facilita a las personas residentes la recuperación de sus capacidades de comunicación, promoviendo su interacción social y disminuyendo los riesgos asociados a trastornos como la disfagia.
¿En qué consiste el trabajo de un logopeda?
La logopedia se centra en prevenir, diagnosticar, intervenir y mantener los trastornos de la comunicación. No solo mejora la capacidad de comunicarse, sino que también favorece el bienestar y la autonomía de los residentes, contribuyendo a una mejor calidad de vida.
Algunas técnicas de rehabilitación del habla, lenguaje y deglución que forman parte de los servicios especializados de logopedia:
―Problemas de comunicación: terapia para mejorar la fluidez, la pronunciación y la vocalización. En los casos donde el habla es completamente inviable, se recurre al uso de dispositivos de ayuda.
―Problemas de deglución: ejercicios de estimulación orofacial para mejorar la seguridad al tragar y fortalecer los músculos implicados.
―Problemas cognitivos: estimulación de la memoria verbal, la comprensión y la expresión lingüística.
―Problemas respiratorios: técnicas para mejorar la respiración, controlar la fatiga vocal y reducir la ansiedad relacionada con la comunicación.
La labor del logopeda contribuye a un envejecimiento activo mediante la mejora de la comunicación y la deglución. A través de la rehabilitación de la voz, el habla y la memoria verbal, ayudamos a nuestras personas mayores a mantener relaciones sociales y a prevenir los efectos negativos de la soledad y el aislamiento.