La importancia de aunar longevidad y calidad de vida
Como una de las residencias de Madrid especializadas en el cuidado de personas de la tercera edad somos plenamente conscientes de que, en las últimas décadas, la esperanza de vida ha aumentado en España de forma considerable. La cuestión es por lo tanto saber conjugar esa longevidad con la calidad de vida que se merece cualquier persona.
La esperanza de vida es un importante indicador de salud en todos los países desarrollados. Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, entre 2005 y 2015 se ha incrementado hasta en 2,6 años. A día de hoy, la esperanza de vida en hombres está en 80 años y en mujeres en 85,6 años, una diferencia que se mantiene a favor de las españolas a cualquier edad. A pesar de esta diferencia, el aumento de este indicador en los últimos años ha sido mayor en hombres que en mujeres.
Por comunidades autónomas, el mayor incremento de la esperanza de vida se ha dado en Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid, donde se sitúan los centros de Los Nogales. De todos modos en todas las comunidades autónomas se ha producido un incremento entre 2005 y 2015. La menor subida se ha registrado en Cantabria, Ceuta, Melilla, Navarra y Castilla La Mancha.
Esperanza y calidad de vida no siempre van de la mano
Aunque como decimos la esperanza de vida haya ido evolucionando con el tiempo, los expertos nos recuerdan que esto no siempre implica que se corresponda con un buen estado de salud. Los mayores pueden sufrir enfermedades y problemas que mermen su calidad de vida. Es lo que pasa con las enfermedades crónicas. En España, los años de vida saludable se sitúan en los 66,7 años. Esto quiere decir que más o menos durante 16,1 se vive con algún grado de limitación de actividad, de tipo físico o psíquico. En el caso de las mujeres, estas viven de media 5,7 años más que los hombres. De todos modos, la media de años sin limitaciones es 1,4 veces mayor en el caso de los hombres.