Los profesionales de las residencias piden un trato justo por parte de los medios de comunicación
Las residencias de mayores se han convertido en el punto de mira en el tratamiento informativo del coronavirus. Ciertas informaciones publicadas en distintos medios, en algunos casos no contrastadas, y las continuas críticas hacia la labor realizada en estos centros han generado un profundo malestar entre los profesionales.
Por eso, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología (SMGG), la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE) y la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) se han unido para pedir un tratamiento informativo justo.
Esta petición viene dada por el trato desigual que se está dando a los profesionales sociosanitarios de las residencias respecto a los equipos que trabajan en los hospitales.
Todas estas asociaciones manifiestan en un comunicado que los equipos de los centros sociosanitarios están formados en muchos casos por “profesionales de primer nivel, con las mismas titulaciones que en los hospitales”. Y que, al igual que estos últimos, están trabajando “con una entrega absoluta, dejándose la piel día tras día y arriesgando su salud para evitar contagios y cuidar de los residentes”.
Además, como también sucede en los hospitales, estos profesionales “realizan su labor sin contar muchas veces con todos los medios” que necesitan para su protección. Y es que, como sucede en los centros sanitaros, “la mayoría aún no han recibido los equipos de protección, ni los medicamentos prometidos ni los tests de detección rápida PCR”.
A esto añaden que a pesar de todo ello el virus ha entrado en muchos centros, de la misma forma que lo ha hecho en hospitales, casas, comercios y oficinas.
Malestar entre las familias
Desde estas asociaciones critican que este trato informativo deriva en un generalizado malestar entre las familias de los residentes, que viven “con el corazón que un puño”, manifiestan en el comunicado.
Asimismo, esta información genera «un mayor pánico y preocupación entre los familiares de los residentes” y provoca “un estrés añadido a los miles de trabajadores de residencias que en estos momentos se desviven por cuidar de nuestros mayores”.
Además, este trato informativo hace mucho más difícil a las residencias “la contratación de personal para cubrir las bajas”. Esto, explican las asociaciones en el comunicado, hace que “muchos sientan rechazo por trabajar en este sector”.