La psicomotricidad en la tercera edad
El proceso de envejecimiento engloba cambios fisiológicos y psicológicos que se van produciendo de forma paulatina. Por eso, además de contar con ayudas como una renta vitalicia de pensión, es clave fomentar un estilo de vida saludable y mejorar la autonomía personal en la medida de lo posible en todas las etapas de la vida. Entre otras cosas, echando mano de la psicomotricidad.
Son actividades enfocadas al fortalecimiento muscular, a la mejora en las relaciones sociales, y la autoconfianza. Antes de nada, hay que hacer una evaluación psicomotriz para conocer los factores psicomotrices como tonicidad, equilibrio, lateralidad, noción del cuerpo, estructuración del espacio y tiempo, coordinación global y segmentaria.
En este contexto juega un papel determinante la intervención psicomotriz, una serie de técnicas activas como musicoterapia, juegos, manualidades, baile, gimnasia suave, expresión corporal o deporte. El objetivo es ayudar a la persona a coordinar movimientos, a reducir la ansiedad y el estrés, a mejorar y/o aprender habilidades sociales y cognitivas, etc.
Hay que distinguir entre:
- Educación psicomotriz: fomentar o estimular el desarrollo global en las personas durante sus primeros años de vida.
- Reeducación psicomotriz: dirigida a personas que tienen algún tipo de dificultad en el aprendizaje, niños, adolescentes, adultos o ancianos.
- Terapia: enfocada a pacientes que requieren una mayor intervención por alteraciones o deterioros severos (a nivel cognitivo, físico, social o emocional).
En el campo de la psicomotricidad, es esencial que el especialista tenga una amplia capacidad de escucha y observación. Todo para comprender a la persona en su globalidad, para detectar y prevenir posibles trastornos emocionales y psicomotrices.
Actividades de psicomotricidad en personas de la tercera edad
La psicomotricidad se aplica en diferentes contextos en función de las circunstancias. En personas de la tercera edad, se han de tener en cuenta los cambios biológicos, psicológicos, sociales y corporales que se van produciendo.
A la hora diseñar un programa de actividades hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Flexibilidad
- Resistencia cardiovascular
- Control del tono muscular
- Equilibrio Función respiratoria
- Velocidad de reacción
- Coordinación de movimiento
- Atención, memoria y lenguaje
- Capacidad de aprendizaje
- Autonomía personal
Algunos ejemplos de actividades
- Gimnasia suave
- Ritmo y baile
- Juegos sensoriales, de habilidad, gimnásticos, de representación, etc
- Trabajos manuales
- Técnicas de relajación.
- Actividades al aire libre.