Afrontar el fallecimiento de la pareja en la tercera edad
Como una de las mejores residencias de ancianos de Madrid sabemos que perder a la pareja en la tercera edad, después de haber compartido toda la vida con esa otra persona, se puede hacer muy cuesta arriba. Por eso, atendiendo a los consejos de los psicólogos expertos en duelo, es conveniente tener una serie de cosas en cuenta para encarar la situación.
Lo primero a tener claro es que el duelo es la respuesta normal y natural ante una pérdida, se tenga la edad que se tenga. No todos los duelos van a necesitar de un acompañamiento psicológico o terapéutico, aunque sí puede hacer más llevadero el trance. Hay que entender que, ante una pérdida, las personas pasan por varias fases con diferentes tareas en cada una de ellas. Por supuesto, no hay un tiempo concreto para cada una, es algo que depende de cada persona. Las fases habituales son: negación, negociación, ira, culpa, tristeza y aceptación. El orden tampoco es lineal para todos.
Las tareas que emprender en las distintas fases del duelo empiezan por aceptar la realidad de la pérdida. En esta etapa es perfectamente normal que surjan emociones como el enfado, la tristeza o la envidia al ver a otras parejas. Algo común en los centros de Los Nogales donde conviven parejas de ancianos con personas viudas. Una vez superada esa fase toca la de adaptación al medio sin la otra persona. La cuestión es que no se trata solo de perder a la pareja, sino también al compañero, a la persona con la que se hacía vida social. Porque las personas tienden a ser complementarias en pareja y por eso adaptarse a la vida sin la otra persona es algo que hay que trabajar.
El apoyo familiar, aspecto clave
El apoyo de la familia es muy relevante en el proceso de duelo. Se ha de romper con esa tendencia que a veces existe de negar las emociones negativas. Para ello, hay que facilitar que la persona pueda expresar su dolor estando disponibles para hablar. Por último, no hay que dejar de prestarle atención por si se da un posible duelo patológico o un proceso de tristeza que se convierta en una depresión clínica.