¿Qué es el Alzheimer y cómo podemos afrontarlo?
Con el paso de los años es natural que las funciones del cuerpo y la mente se vayan deteriorando, sin embargo, cuando hablamos de demencia es importante abordarla como una condición crónica y progresiva que afecta la memoria, el razonamiento y la capacidad de tomar decisiones.
El Alzheimer es la forma más común de demencia, esta enfermedad se caracteriza por la acumulación anormal de dos proteínas en el cerebro, la proteína beta-amiloide fuera de las células nerviosas y la proteína tau dentro de las células nerviosas.
Los síntomas más comunes del Alzheimer incluyen:
1— Problemas de memoria.
2— Cambio en el lenguaje.
3— Desorientación en tiempo y lugar.
4— Dificultades para seguir instrucciones o resolver problemas.
5— Variaciones en el estado de ánimo.
Cada uno de los síntomas conlleva determinados desafíos tanto para las personas mayores que experimentan la condición, como para su familia.
La pérdida de memoria es uno de los síntomas que más afecta a los ancianos quienes experimentan dificultad para recordar información importante, detalles de sus vidas e inclusive a sus familias. Ante la pérdida de capacidades de lenguaje, las personas con Alzheimer pueden experimentar frustración y aislamiento social. La dificultad para encontrar las palabras para comunicarse, o comprender lo que le dicen son tan solo algunas de las causas.
Las personas mayores con esta condición pueden tener dificultad para reconocer el lugar y momento donde se encuentran, por tal motivo, requieren de cuidadores que los acompañen y auxilien en la realización de actividades básicas de la vida diaria. El impacto emocional y social es significativo, tanto para las personas que lo padecen como para sus seres queridos, quienes también experimentarán frustración, tristeza y confusión.
Si tienes un familiar con Alzheimer no dudes en pedir apoyo, existen centros donde pueden brindaros información sobre la enfermedad, del mismo modo existen lugares especializados en dar atención, cuidados y trato digno y personalizado a las personas que viven con esta condición.
Es importante tener en cuenta que cada persona con esta enfermedad es única, al igual que sus desafíos, por lo que te recomendamos buscar un enfoque de atención personalizada adaptada a las necesidades individuales tanto del paciente como de la familia.