Los ancianos y las alergias primaverales
Si en otros post del blog hablábamos de la tranquilidad que aporta el disponer de una renta vitalicia de pensión, en este queremos centrarnos el algo que también va a influir notablemente en la calidad de vida de nuestros mayor: estar prevenidos ante las alergias.
Hace ya unas semanas que la primavera hizo acto de aparición. Una estación marcada por las alergias que, de hecho, afectan al 10-15% de la población. Nosotros nos queremos ocupar, dada la naturaleza de nuestros centros, de las que afectan a nuestros mayores. Junto con los más pequeños, este grupo de población es más sensible a las enfermedades de tipo alérgico. Aunque muchas veces los síntomas son fácilmente identificables, lo mejor es que un médico realice la conveniente exploración para determinar el alérgeno, es decir, para saber a qué se tiene alergia. Esos síntomas de los que hablamos son por ejemplo picor en los ojos, moqueo y congestión nasal, tos prolongada, sensación de ahogo, lagrimeo u opresión en el pecho. Desde Los Nogales recordamos que es básico hacer un diagnóstico certero y obrar en consecuencia teniendo en cuenta que en algunos casos las alergias puedan derivar en cuadros de asma.
Por descontado, las personas mayores que padezcan otro tipo de enfermedades, por ejemplo de tipo cardiaco, deben extremar aún más las precauciones frente a las alergias. Hay una serie de recomendaciones a seguir para evitar los síntomas. La primera es, como no, vacunarse. Es importante ventilar las estancias de las casas o de las residencias geriátricas todas las mañanas por poco tiempo para evitar que entre el polen. Por supuesto, hay que extremar las medidas de higiene, limpiar el polvo con aspiradoras o bayetas húmedas, etc.
Por otro lado, las personas alérgicas han de evitar acudir a parques o jardines en los que haya plantas en plena polinización. Sobre todo por las tardes, cuando el nivel de polen es más alto. Es fundamental además, para las alergias y para todo en general, que las personas mayores duerman el número necesario de horas. Por descontado, en una habitación que esté libre de polen y ácaros.