Así pasamos el verano en la mesa de Los Nogales
Platos estivales que cuidan la salud de cada residente y sobremesas llenas de momentos compartidos
Adaptar la alimentación en las residencias de mayores se convierte en una prioridad cuando llega el verano. En Los Nogales apostamos por platos frescos, ligeros y con un alto contenido en agua, cuidando la salud de nuestras personas residentes sin renunciar al sabor. En nuestro último artículo para Dependencia.Info, Nacho Fagoaga, nutricionista del Grupo, nos explica cómo diseñamos nuestras dietas estivales con un enfoque flexible pero estructurado, equilibrando la nutrición y la variedad para evitar la monotonía.
<<Aunque tenemos una base de platos estacionales pensada para el verano, siempre ofrecemos varias opciones para que cada residente pueda elegir lo que más le apetezca.>>
¿Cómo adaptar los menús a las altas temperaturas?
Durante los meses más cálidos, es fundamental adaptar la alimentación a las necesidades de nuestras personas residentes para evitar golpes de calor y favorecer su bienestar general. Por eso, priorizamos alimentos ricos en agua, como frutas frescas de temporada, e incluimos opciones como el helado dentro de los postres. Además, fuera de las comidas principales reforzamos la hidratación ofreciendo agua, zumos e infusiones frías a lo largo de todo el día.
Para facilitar la digestión, apostamos por platos ligeros como ensaladas variadas, gazpacho y sopas frías, sin perder el aporte energético necesario. Mantenemos una rotación que combina estas propuestas frescas con platos más consistentes, como cremas de verduras templadas y guisos suaves.
Más allá de los ingredientes
En Los Nogales, sabemos que la alimentación en las residencias de mayores va mucho más allá de cubrir necesidades nutricionales. Cada propuesta es fruto de un trabajo conjunto entre el equipo de cocina y el área de nutrición, asegurando que cada comida sea segura, apetecible y disfrutable.
Las preferencias individuales son clave: escuchamos a nuestras personas residentes y les ofrecemos varias opciones para que puedan elegir lo que más les apetezca. De este modo, no solo cuidamos la salud de cada persona, sino que convertimos cada comida en un momento agradable, reconfortante y lleno de sabor.
Lejos de ser una rutina, la alimentación en las residencias de mayores es una fuente de bienestar. Compartir la mesa, disfrutar de un plato delicioso o sentirse partícipe de decisiones tan cotidianas como elegir qué comer, forma parte de envejecer con calidad.