Los mayores y el cierre de los centros de día: la aparición de trastornos y su tratamiento
El cierre de los centros de día, entre los que se encuentran los centros del grupo Los Nogales, por orden gubernamental para paliar la propagación del coronavirus está generando diferentes problemas de salud entre los mayores que acudían todos los días a estos espacios.
Retroceso “en los avances obtenidos con los tratamientos que se venían realizando, tanto a nivel físico como mental; la aparición o agravamiento de problemas conductuales; y el incremento de la desorientación temporal derivado de la pérdida de rutinas” son algunos de los efectos que ocasionan estos cierres en nuestros mayores, detallan Yolanda Peregrín y Ana Isabel Rodríguez, Psicóloga y Terapeuta Ocupacional del centro de Día Los Nogales Puerta de Hierro.
Estos problemas se deben a “la falta de realización de las tareas en el domicilio”. Y es que la mayoría de los mayores no tienen la motivación suficiente para realizar en sus casas las actividades habituales del centro. Una falta de motivación que está generada también por la ausencia de profesionales con conocimientos específicos y la dificultad de los familiares para suplir esos conocimientos.
Sin embargo, los trastornos derivados del cierre de estos establecimientos se pueden paliar. Y para hacerlo, deben colaborar todas las partes implicadas. Es decir, la persona en sí, su familia y el centro de día.
Tratamientos para evitar los problemas
Lo primero es que los mayores deben conocer “los cambios que van a sufrir por la situación de confinamiento” para que no les coja por sorpresa.
Sabido esto, deben mantener su rutina y sus costumbres diarias. Es decir, levantarse a la misma hora y “diferenciar los días festivos y fines de semana”, principalmente.
Pero también hay una parte de responsabilidad de los centros. Estos últimos deben entregarles “material de trabajo para que puedan continuar con los tratamientos rehabilitadores en casa”.
Además, cada cierto tiempo deben hacer un “seguimiento de la persona en el domicilio a través de llamadas telefónicas”. En este contacto también es importante que participe la familia porque los profesionales les darán pautas sobre “cómo proceder ante determinados problemas”.
Y es que el papel de la familia es muy importante en el cuidado de los mayores durante el cierre de los centros de día. Asimismo, deben tener muy en cuenta las recomendaciones del equipo multidisciplinar que trabaja en estos centros “para hacer más llevadera esta situación tan complicada”.
Así que ya sabéis. Tratad de que los mayores no abandonen sus tratamientos ya que en el caso de hacerlo “puede provocar daños y pérdidas en sus capacidades”. Unos daños que “en muchos casos serán difícilmente recuperables”, explican Peregrín y Rodríguez, “sobre todo en aquellos que presentan determinadas patologías previas”, porque si el cierre se prolonga, estos efectos negativos aumentarán “de manera exponencial”.