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Enfoques terapéuticos adaptados para el tratamiento de demencias

Integrando estrategias psicológicas y terapias ocupacionales para potenciar el bienestar y la autonomía de nuestras personas residentes.

La demencia es un trastorno neurológico que provoca el deterioro progresivo de las funciones superiores como la memoria o alteraciones del estado de ánimo y la conducta, lo que afecta la autonomía de quien la padece. En este artículo, conversamos con profesionales del Departamento de Psicología y Terapia Ocupacional de Los Nogales Santa Eugenia, quienes nos explican cómo adaptamos el tratamiento de demencias según el tipo y la fase de desarrollo de cada persona, con el objetivo de mejorar su bienestar y calidad de vida, potenciando su autonomía.

 

“Debemos generar un ambiente de seguridad y establecer un vínculo de confianza a través de la escucha activa, sintetizando lo que nos expresa para que sienta que comprendemos sus sentimientos”

 

¿Qué estrategias utilizáis para identificar y gestionar los cambios en el estado de ánimo y comportamiento de las personas residentes con demencia?

La observación es una estrategia clave en el cuidado de las personas residentes con demencia. Analizar su comunicación no verbal, sus patrones de conducta y su estado de ánimo habitual nos permite intervenir de manera efectiva ante cualquier alteración.

Otro aspecto fundamental es conocer la historia de vida de cada persona residente, información que obtenemos tanto de ellos mismos como de sus familiares. Esto nos ayuda a identificar sus preferencias y posibles desencadenantes de malestar emocional, lo que nos permite anticiparnos y prevenir situaciones de estrés o ansiedad.

Para abordar las alteraciones conductuales, llevamos un registro detallado que incluye los antecedentes, la conducta en sí y sus consecuencias, tanto positivas como negativas. Este análisis nos permite establecer pautas de actuación concretas que contribuyen a reducir la frecuencia e intensidad de estas alteraciones.

 

¿Qué técnicas aplicáis para ayudar a las personas residentes con demencia a mejorar su comunicación y expresión emocional?

Es fundamental mantener una comunicación efectiva con la persona residente diagnosticada de demencia. Para ello, es importante utilizar un lenguaje sencillo y comprensible, mantener la calma y permitirle expresarse con sus propias palabras, incluso si su lenguaje está alterado o ralentizado. También es esencial validar sus emociones en cada momento, sin restarles importancia.

Debemos generar un ambiente de seguridad y establecer un vínculo de confianza a través de la escucha activa, sintetizando lo que nos expresa para que sienta que comprendemos sus sentimientos. El contacto físico puede ser una herramienta de apoyo, siempre que la persona residente lo acepte y se muestre receptiva.

Se debe preguntar si desea compañía en ese momento o prefiere estar sola, respetando su necesidad de privacidad e interviniendo más adelante si lo requiere. Además, pueden aplicarse técnicas de relajación, como ejercicios de respiración, ofreciendo instrucciones sencillas y acompañándolo en la práctica para servir de guía.

 

¿Qué importancia tiene la implicación de la familia en el tratamiento psicológico de las personas residentes con demencia?

El papel de las familias en el tratamiento psicológico de una persona residente con demencia es fundamental. Aunque el equipo de psicología pasa mucho tiempo con las personas residentes y los conoce en el entorno institucional, son sus familias quienes poseen un conocimiento más profundo sobre su historia y experiencias. La información que proporcionan es clave para diseñar un tratamiento adecuado.

El trabajo con la persona residente se lleva a cabo en colaboración con la familia, ya que el objetivo común es su bienestar. Se mantiene una comunicación constante con los familiares, informándoles sobre cambios en el deterioro cognitivo, el estado anímico o la conducta de la persona residente. Además, se les proporcionan pautas de actuación y estrategias de intervención para afrontar situaciones que puedan resultar difíciles de manejar.

Estas herramientas no solo benefician a la persona residente, sino que también ayudan a las familias a gestionar sus propias emociones, reduciendo la inseguridad, el sentimiento de culpa o el nerviosismo. De este modo, pueden sentirse más seguras en su rol de cuidadores y confiar plenamente en el equipo profesional que atiende a su familiar residente.

 

¿Qué actividades realizáis para ayudar a las personas residentes con demencia a mantener su independencia?

Realizamos talleres de reentrenamiento centrados en las actividades básicas de la vida diaria. Durante estas sesiones, estimulamos verbalmente a las personas residentes para fomentar su independencia en la realización de estas tareas. A través de la práctica y el apoyo, mantienen las habilidades necesarias para desenvolverse en su día a día.

 

¿Qué ejercicios desarrolláis específicamente para reducir la apatía, el nerviosismo y la agitación en las personas residentes con demencia?

En primer lugar, nos aseguramos de que las personas residentes tengan cubiertas sus necesidades básicas, como el uso del baño o la alimentación, entre otras. 

Asimismo, creamos un ambiente relajante mediante el uso de música y sonidos blancos, teniendo en cuenta también sus gustos y preferencias. Esta combinación de factores no solo favorece su participación, sino que proporciona un enfoque integral que apoya tanto el bienestar físico como emocional de nuestras personas residentes.

 

¿Cómo adaptáis el entorno de las personas residentes con demencia para garantizar su seguridad a medida que sus necesidades cambian?

Dado que las personas con demencia pueden presentar marchas erráticas, lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones, es necesario modificar la distribución del mobiliario y otros elementos del entorno. De este modo, no solo minimizamos los riesgos físicos, sino que también fomentamos una mayor independencia y confianza en sus habilidades. Nuestro objetivo es crear un espacio seguro y accesible, que permita a cada persona residente moverse con mayor libertad y comodidad.

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