Entrevista a Adina Zvarici, del Servicio de Lavandería de Hortaleza
«He tenido la oportunidad de trabajar en casi todos los centros y creo que eso me ha ayudado a conocer bien la profesión».
La movilidad interna permite a los trabajadores acceder a distintos puestos y adquirir más habilidades y competencias, lo que además incrementa su crecimiento personal y profesional. Ese es el caso de Adina Zvarici, que lleva trabajando en el área de hostelería desde hace trece años.
Acacias, Puerta de Hierro, Pacífico, Puerta de Toledo, Santa Eugenia, Imperial y ahora Hortaleza, ¡debes ser una de las personas que mejor conocen Los Nogales!
Sí, la verdad es que he tenido la oportunidad de trabajar en casi todos los centros y creo que eso me ha ayudado a conocer bien la profesión. Cuando me incorporé a Los Nogales Acacias en 2008 para cubrir una vacante en el servicio de limpieza me sentí un poco abrumada porque era la primera vez que trabajaba en una empresa así. Todavía no dominaba el español y tuve un comienzo duro, pero después de unos días me di cuenta de que debía cambiar el chip. Decidí continuar y… ¡hasta ahora!
¿Cómo fue tu trayectoria a partir de ahí?
En mi primera época en Los Nogales trabajé en distintos puestos de limpieza, tanto en los centros como en balneario. Aunque hay algunas diferencias, el fundamento es el mismo y es un trabajo que hacía con mucho amor.
Cuando estuve en Puerta de Hierro, vi que la parte de lavandería me gustaba mucho. Recuerdo que, aunque yo estaba en limpieza, intentaba ayudar todo lo que podía. Fui aprendiendo poco a poco y al final me contrataron en este servicio.
¿Por qué quisiste formar parte del equipo de lavandería?
Es cierto que cuando trabajas en planta terminas conociendo a los residentes y teniendo una relación bonita con muchos de ellos. Hay a quién le gusta trabajar con niños y, a mí, además, me gusta hacerlo con personas mayores. Guardo muchos recuerdos de ellos con cariño.
Lo que me gusta de la lavandería es el trabajo con la ropa y saber que las personas mayores irán bien vestidas y planchadas gracias a nuestra labor. Soy bastante exigente en ese sentido y me gusta que el trabajo esté bien hecho.
Tras un proceso de movilidad interna, ¿te ha costado integrarte en un nuevo servicio?
La verdad es que no, ha ido todo rodado. He tenido la suerte de contar con jefes que me han ayudado en todos los centros en los que he estado. Siempre me he sentido apoyada y arropada.
Además, la empresa nos da cursos de formación que nos ayudan a conocernos entre los compañeros, por lo que cuando llegas a un nuevo centro te suenan muchas caras. Estos cursos vienen muy bien para adaptarte a cada puesto y para seguir aprendiendo. Yo he intentado apuntarme a todos los que he podido porque me han ayudado tanto dentro como fuera de Los Nogales.
¿Qué recomendarías a alguien que adopta un nuevo puesto?
Lo primero, que confíe en su preparación. Los cursos de formación son completos y te permiten contar con las habilidades necesarias. También le diría que se apoye en el resto del equipo, son quienes mejor le entenderán y le podrán ayudar en lo que necesite. Por último, creo que es importante confiar en uno mismo y sacar lo positivo del nuevo trabajo, que muchas veces te ayuda a aprender cosas nuevas y tener una rutina diferente.
