Entrevista Día Mundial de las Personas Cuidadoras
Carmen Martínez Jiménez es una profesional sociosanitaria con más de 20 años de experiencia en el cuidado de personas mayores. Durante estas dos décadas, ha desarrollado su trayectoria en Los Nogales en nuestros centros de Vista Alegre, Pontones y Hortaleza. Por ello, con motivo del Día mundial del cuidador que se celebra cada 5 de noviembre y la importancia de esta profesión en nuestros centros, Carmen nos ofrece una opinión experimentada sobre los beneficios de las Unidades de Convivencia.
«El secreto está en conocer al residente al detalle, tanto sus gustos y preferencias como aquellas cosas que a uno no le gustan mucho y a otro sí.»
¿Cuáles son los principales desafíos que afrontas como profesional sanitario?
Lo cierto es que en el ámbito del cuidador todos los días son diferentes. Según lo veo, nuestro principal reto como cuidadores es atender siempre a los mayores de una manera excelente, adaptándonos a los cambios del día a día con el objetivo de realizar un trabajo impecable y personalizado.
¿Cuáles son las principales funciones de un cuidador en el día a día? ¿Por qué son tan importantes?
Los auxiliares atienden a los residentes desde el cuidado físico hasta los detalles emocionales. La importancia de su labor reside en que los mayores dependen directamente de la atención del cuidador para su rutina diaria. Es decir, desde que se despiertan, o los despertamos, y hasta la hora de dormir, son los encargados de velar por su bienestar, supervisar sus ingestas de comida, su estado de salud, las medicinas que le corresponden, etc. El cuidador está pendiente de todo lo que necesitan y, por ello, muchas veces sabemos si a algún residente le ocurre algo solo con mirarlo, porque en este trabajo es fundamental conocer hasta el lenguaje no verbal de las personas.
¿Cómo se está actualizando el rol de los cuidadores con la implantación de las Unidades de Convivencia?
Con la implantación de las Unidades de convivencia buscamos que haya aún más cercanía y confianza en la relación entre las personas mayores y su cuidador asignado. Al organizarnos en grupo más reducidos buscamos facilitar ese acercamiento y que los mayores sientan esa accesibilidad para hablar con el auxiliar.
De este modo, los familiares también van a poder tener un trato más próximo con los cuidadores para fomentar una comunicación fluida y de confianza. Esto se debe que el cuidador será el principal encargado de las necesidades del residente y, por lo tanto, el que mejor conozca su estado de ánimo y sus preferencias.
¿Cómo beneficia esto a los mayores?
El hecho de que haya una persona de referencia facilita la personalización de la atención y el seguimiento de los cuidados. De hecho, se puede observar como los mayores perciben esta figura del cuidador y ganan seguridad para expresarse con confianza.
¿Y a la organización interna?
A nivel interno los cambios de organización siempre necesitan de un periodo de adaptación por parte de todos. No obstante, todos los empleados y empleadas notamos las mejoras de este nuevo sistema y estamos implicados para contribuir así a la calidad de vida de los mayores.
¿Qué consejos le darías a una persona que está comenzando su carrera en este ámbito?
Lo principal es tener muy claro que el residente y su bienestar son lo más importante para un cuidador. Una de las claves, además de la vocación, es que debes ser consciente de lo que significa este trabajo. Es importante conocer los tiempos de cada persona y emplearse siempre con respeto, y dedicación para cubrir todas sus necesidades y saber como se sienten en cada momento. Por supuesto, para todo esto, recomendaría siempre mucha paciencia y saber escuchar a los compañeros más experimentados.