Por qué elegir una residencia de ancianos con jardín
Espacios que fomentan la socialización, el bienestar y el envejecimiento activo
Los espacios al aire libre en las residencias de mayores son un punto de encuentro que invita a convivir, a relajarse y a disfrutar en comunidad. En Los Nogales, como residencia de ancianos con jardín, incorporamos estos entornos en la rutina diaria porque son parte esencial de nuestro compromiso con un envejecimiento activo y saludable. En este artículo, Nazareth Cortés, Animadora Sociocultural de Santa Eugenia, nos cuenta cómo las actividades al aire libre contribuyen al bienestar de las personas residentes.
<<Las actividades al aire libre ayudan a prevenir el aislamiento fomentando la socialización entre las personas residentes. Además, los encuentros en un entorno natural reducen la sensación de estrés o ansiedad.>>
¿Cuál es el papel de una animadora sociocultural en una residencia de mayores?
Mi labor consiste en favorecer la socialización y el bienestar emocional de las personas residentes. Para ello, organizamos actividades recreativas y educativas, siempre adaptadas a las necesidades de cada persona. Nuestro objetivo es mejorar su calidad de vida, por lo que promovemos una convivencia con propósito y tratamos de crear un ambiente acogedor en el que se sientan como en casa.
¿Qué tipo de actividades son las más habituales y cuáles suelen generar mayor entusiasmo o participación entre las personas residentes?
El bingo, los talleres de cultura general y los debates de actualidad forman parte del día a día y les ayuda a sentirse conectados con lo que ocurre a su alrededor, compartiendo opiniones e intercambiando conocimientos.
Sin embargo, las actividades puntuales, como excursiones o visitas, son las que generan mayor entusiasmo, ya que rompen con la rutina, aportan dinamismo y generan momentos únicos de interacción social y convivencia.
En los jardines de los centros, ¿qué actividades se suelen organizar?
En las residencias de ancianos con jardín integramos el uso de los espacios al aire libre como un recurso más, siempre que el tiempo y las temperaturas lo permiten. Solemos organizar actividades como paseos, talleres de huertoterapia y tertulias en un ambiente relajado y conectado con la naturaleza. Estos entornos también permiten mantener rutinas muy significativas para muchas personas mayores, como cuidar plantas o conversar al aire libre, contribuyendo así al envejecimiento activo.
¿Qué beneficios físicos observa en las personas residentes cuando participan en actividades al aire libre?
Las actividades que realizamos ofrecen numerosos beneficios que contribuyen al bienestar físico de las personas residentes. Los espacios al aire libre nos dan mayor libertad para realizar, por ejemplo, ejercicios de gerontogimnasia que mantienen en forma a nuestras personas mayores.
Además, el contacto con la naturaleza estimula los sentidos, favorece las funciones cognitivas y mejora la percepción del entorno, lo que fortalece la autonomía y el conocimiento de uno mismo.
Desde el punto de vista emocional y social, ¿cómo favorecen los espacios al aire libre al buen estado de ánimo y la convivencia?
Desde mi experiencia, puedo decir que las residencias de ancianos con jardín ayudan a prevenir el aislamiento y fomentan la socialización entre las personas residentes. Los encuentros en un entorno tranquilo y seguro les motiva a participar activamente en actividades tan simples como dar un paseo, lo que fomenta una mejora de su estado de ánimo y reduce la sensación de estrés o ansiedad.
En este sentido, las residencias de ancianos con jardín ofrecen un espacio adecuado de adaptación para las personas mayores que han cambiado su domicilio habitual por uno de nuestros centros.
¿Cómo se diseñan las actividades para que todas las personas residentes puedan participar, independientemente de su movilidad?
En el área de animación sociocultural diseñamos las actividades con un enfoque inclusivo y accesible, teniendo en cuenta las necesidades y limitaciones de cada persona. En Los Nogales, trabajamos desde la atención centrada en la persona, lo que significa evaluar posibles barreras, adaptar los espacios y diversificar los formatos de participación. De esta manera, garantizamos que todas las personas residentes puedan sentirse parte activa de la vida en el centro.