Postres de Semana Santa para cocinar en familia y cómo no engordar
Este domingo empieza la Semana Santa, fecha en la que las creencias y la fe inundan las calles de toda España. Este año, será diferente debido al estado de alarma decretado por el gobierno para controlar la expansión del coronavirus. Pero aunque no podamos salir a la calle, sí podemos acercar estas tradiciones a nuestras casas. ¿Cómo? Cocinando con toda la familia los dulces típicos de esta fecha del año.
Cada región tiene sus tradiciones y cocinarlos es un perfecto entretenimiento para toda la familia. Torrijas, el Roscón de Pascua, los Pestiños con miel, los Borrachuelos malagueños, los Buñuelos y las Rosquillas son algunos de ellos. Además, los mayores pueden aprovechar para contarles a sus hijos y a sus nietos su secreto para que esos postres les salgan tan ricos.
Pero hay que ser responsable y nos caer en la tentación de comerse una tonelada de dulces. Este año hay que cuidarse más que nunca porque al no poder salir a la calle, se queman menos calorías de las habituales.
Consejos para no engordar
Entonces, se puede evitar un aumento de peso si se sigue alguno de los dos consejos aportados por el Director de Nutrición de Los Nogales, Nacho Fagoaga. El primero es sustituir el azúcar por edulcorante o, en el caso de cocinar torrijas, “no ponerle almíbar”. Es decir, hacerlas con “huevo, leche, freírlas y comerlas así”, apunta Fagoaga.
El segundo consejo es sustituirlos por otros alimentos. “En vez de merendar el café con leche con galletas, tomar el café con leche con una torrija”, un trozo de Roscón de Pascua o cualquier otro dulce típico de la Semana Santa.
Según Fagoaga, lo peor que se puede hacer es añadir estos postres típicos a la dieta habitual. Es decir, además de merendar un café con galletas, comer una torrija”. O en el caso del postre, tomar un poco de fruta y uno de estos postres.
De esta forma, Fagoaga recomienda que si se toma una torrija en el postre, en la merienda comer fruta o, si también se quiere comer algo dulce, reducir el tamaño del plato en la cena. Todo ello para evitar que nuestros mayores suban de peso en esta época en la que se juntan los dulces con una menor actividad física.