Trabajo Social
Desde el punto de vista social, hay un conjunto de agentes estresores que intervienen en la aparición de los trastornos del estado de ánimo en la persona mayor, tales como la disminución de ingresos, el proceso de jubilación, los cambios en los roles y redes sociales, entre otras. La figura del trabajador social en nuestros centros es de vital importancia Cada individuo debe tener la oportunidad de ejecutar su potencial, de vivir una vida potencialmente satisfactoria y socialmente deseable.
Asesoramiento y orientación a familias y residentes
Realizar la acogida al ingreso del nuevo residente, siendo así la persona de referencia tanto para el usuario como para sus familias. Realizando un seguimiento de la adaptación del residente al centro, mediante visitas personalizadas para asegurar su bienestar. Facilitar el conocimiento y la utilización de los servicios y recursos que tanto el centro como la sociedad pone a disposición de las personas mayores y sus familias.
Promover las relaciones con la familia y con el entorno
Colaborar en la atención integral a las personas mayores, facilitando la relación entre residentes, familiares, profesionales y la comunidad, tanto en cuestiones personales como sociales. Fomentar los contactos interpersonales y la integración social. Mediar en los conflictos que pudieran surgir tanto a nivel familiar como de convivencia entre residentes. Evitar el aislamiento social.
Atención social individualizada
Coordinación con otras entidades, profesionales y recursos del sistema de servicios sociales, sanitarios, ayuntamientos, entidades privadas y demás organismos. Con el fin de procurar los recursos económicos y sociales más apropiados a cada situación. Asesoramiento y ayuda en la tramitación de recursos, tales como el reconocimiento de la situación de dependencia, entre otros. Seguimiento de los procesos de incapacitación, hospitalizaciones, tramitación de ayudas técnicas, etc.
Atención social individual, grupal y comunitaria
El objetivo principal del trabajador social es investigar las demandas y necesidades de los residentes, estudiar sus circunstancias personales, familiares y el entorno que les rodea, para favorecer la adaptación e integración de los mismos en el proceso de institucionalización.