Como deben ser las videollamadas con nuestros mayores (I)
Las nuevas tecnologías nos han facilitado las tareas del día a día, sobre todo en el ámbito de la comunicación entre las personas. Sin embargo, a muchos de nuestros mayores les cuesta adaptarse a esta nueva manera de relacionarse. Esta dificultad puede generar sentimiento de soledad en periodo de confinamiento.
Cuando no nos podemos ver en persona
Las visitas de los familiares son una fuente directa de estimulación para los mayores. Y, por otro lado, son un elemento primordial para la orientación espacio-temporal de estos, ya que les ayuda a conectarse con el día a día.
Por esta razón, desde el primer momento, en LOS NOGALES hemos puesto en marcha medidas para que los mayores estén en contacto con sus seres queridos. La forma más demandada y exitosa ha sido la videollamada. Una herramienta que, haciendo buen uso de ella, puede aportar grandes beneficios al bienestar de nuestros mayores.
La función del profesional de Los Nogales
En primer lugar, es recomendable fomentar que los residentes sean autónomos, en la medida de sus posibilidades. Por ejemplo, que sean ellos los que sostengan el dispositivo, ya sea teléfono o Tablet. En este caso, la función de los equipos profesionales de LOS NOGALES es la de acompañar para facilitar la comunicación entre el residente y sus familiares.
En segundo lugar, debido a esta nueva dinámica para el residente, es importante explicar el funcionamiento de la videollamada, para que entienda que no es una llamada telefónica. Si el profesional ve dificultades en la comunicación, él mismo puede ser el transmisor de la información que los familiares le quieren hacer llegar al residente. Y siempre, después de cada videollamada, es importante higienizar el dispositivo, tal y como establecen los protocolos establecidos.
Siempre transmitiendo cariño
Como intermediarios y facilitadores de la comunicación, es importante que, tanto familiares como profesionales, valoren el déficit cognitivo y sensorial que pueda tener el residente. En esta situación novedosa, en ocasiones es más importante que el residente reciba el cariño de la familia a que entienda todo lo que le dicen. En definitiva, se podría decir que, en estas ocasiones: una sonrisa vale más que mil palabras.
Y por último, es muy importante que el residente concluya la videollamada con una buena sensación. En ocasiones, los déficits sensoriales llevan a aumentar el tono de voz, lo que incrementa el nerviosismo del residente – y familiares- y el entendimiento se complica por momentos. Esta situación afecta de forma negativa en el ánimo del residente. Por lo que se aconseja mantener la calma, no subir el tono de voz y buscar la complicidad con el residente.
Juan Esteban Fernández, Psicólogo de Los Nogales Vista Alegre