Cómo afrontar la incontinencia urinaria en los mayores
Como una de las mejores residencias de ancianos de Madrid somos perfectamente conscientes de que la incontinencia urinaria es un problema que afecta a parte de la población y, muy especialmente, a las personas de edades avanzadas. ¿Qué la causa? ¿Cómo puede afrontarse para reducir el impacto que tiene este problema en su día a día?
Lo primero que tenemos que tener claro es que el envejecimiento no es la causa de la incontinencia urinaria en sí. Sí que es verdad que en muchos casos se trata de un problema asociado a enfermedades propias de la tercera edad. No en vano, según datos de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), aproximadamente un 15% de los varones ancianos y un 30% de las mujeres padecen incontinencia.
Además de la edad, influyen otras cuestiones como los antecedentes personales y algunas enfermedades que se puedan padecer. Por ejemplo, patologías neurológicas o enfermedades sistémicas que repercutan sobre el sistema nervioso central. También intervenciones previas que hayan afectado al tracto urinario, a la zona abdominal y de la pelvis y a la columna vertebral. En Los Nogales insistimos además en la importancia de llevar un control exhaustivo de la medicación que toman los mayores. Sobre todo teniendo en cuenta que algunos fármacos pueden estar relacionados con la incontinencia urinaria como los diuréticos.
En cuanto al grado de incidencia en función del sexo, teniendo en cuenta los cambios que se producen en el cuerpo durante el embarazo y a la disminución del estrógeno después de la menopausia, las mujeres sufren este problema con el doble de frecuencia. Cuando se trata de hombres, la incontinencia de urgencia es la más común y está caracterizada por la pérdida involuntaria de orina vinculada a un intenso deseo de orinar. En cambio, entre las mujeres la más habitual es la incontinencia de esfuerzo. Por ejemplo, pérdidas involuntarias de orina durante el ejercicio físico. Está asociada con la debilidad del suelo pélvico y se produce sobre todo durante el día.
En cuanto a la forma de enfrentar la situación, no hay que olvidar que en el 30 o 40% de los casos un tratamiento precoz puede ayudar a los afectados a superar la incontinencia. En el caso de las personas mayores, es recomendable establecer un horario regular de micciones que no supere las 3 horas. En cuanto a la ingesta de líquidos, ha de ser mayor durante la mañana y a primeras horas de la tarde y reducirla a medida que se va acercando la noche.