Claudia Andrés, terapeuta ocupacional de Santa Eugenia
Claudia Andrés es terapeuta ocupacional en Los Nogales Santa Eugenia, donde trabaja desde hace un año y medio. Nació en Madrid y se licenció en Terapia ocupacional en la Universidad Complutense de Madrid. Lo que más destaca de su trabajo es contribuir a la máxima independencia de las personas mayores para que no pierdan su autonomía.
¿En qué consiste la Terapia Ocupacional y qué prioridad se le da en Los Nogales?
La terapia ocupacional se centra en lograr la máxima independencia de las personas mayores. Se trata de que los residentes no pierdan su autonomía o, en ciertos casos, la recuperen. En definitiva, es un modo de que se sientan más a gusto consigo mismos.
¿Qué tareas realiza y cuáles son sus responsabilidades en el centro? ¿Cómo es su día a día?
En Los Nogales Santa Eugenia ofrecemos actividades muy variadas, que los mayores eligen en función de sus preferencias. En el día a día, les ayudamos en la hora de la comida, al ducharse o al vestirse, entre otras cuestiones. Les enseñamos nuevas formas de realizar esas actividades cotidianas con el objetivo de que sean más autónomos. También hacemos actividades lúdicas, de entretenimiento, que nos permiten trabajar diferentes aspectos físicos y cognitivos.
La Terapia Ocupacional contribuye a aumentar la calidad de vida de las personas mayores. Para esta misión, ¿Qué actividades se realizan? ¿Cuál es la metodología que se aplica?
Las actividades se planifican y se realizan en función de la situación funcional, física y cognitiva, de las personas mayores de cada planta. Adaptamos las actividades a las necesidades específicas de cada residente.
Hay actividades que realizamos en todas las plantas, como musicoterapia, psicomotricidad, estimulación cognitiva y terapia recreativa. En musicoterapia, por ejemplo, jugamos a adivinar quién es el cantante y les cuento un poco de su vida para que recuerden cosas sobre ellos.
También realizamos actividades físicas. Por ejemplo, les pido que den una palmada al escuchar la palabra “amor”. En cuanto a las actividades que se hacen con un grupo concreto, tenemos la reminiscencia y la motricidad fina.
Por último, si hay un día festivo importante, hacemos actividades especiales y lo celebramos con ellos, como hemos hicimos en marzo por el día de San Patricio.
Se ha hablado mucho de la resistencia y capacidad de sacrifico de las personas mayores. ¿Cómo describiría la actitud mostrada por los residentes del centro?
Este año ha sido muy complicado para todos y han dado un gran ejemplo. Han pasado muchos meses confinados en su habitación y sin tener contacto con los demás residentes. Por suerte la situación ha mejorado y están vacunados. Poco a poco, aunque mantenemos medidas de seguridad, la situación vuelve a la normalidad.
En el caso de los profesionales, han tenido que enfrentar también una situación compleja durante esta época ¿Qué lecciones y aprendizajes destacaría?
Hemos aprendido a valorar más la vida que teníamos antes de la pandemia. Hasta el confinamiento teníamos nuestra dinámica, pero cuando dejas de tener eso que veías tan normal lo valoras mucho más. Ahora, aprovechamos cualquier ocasión para la celebración y salimos al jardín en cuanto sale el más mínimo rayo de sol. Como hemos visto que de un día para otro pueden cambiar tanto las cosas, aprovechamos más los pequeños momentos.
El objetivo principal que persigue el terapeuta ocupacional es fomentar un mayor grado de independencia de las personas mayores, así como estimular las capacidades cognitivas ¿Cuál diría qué es la parte más gratificante de su trabajo?
Que te tengan en cuenta en su vida y reconozcan tu trabajo todos los días. Y, por supuesto, que te consideren una persona de confianza para ellos. Para mí eso es lo más gratificante.
Para terminar, desde el punto de vista de las actividades ¿Qué consejos les daría a aquellas personas que deben cuidar de personas mayores para mantener su salud y bienestar?
Que no les dejen acomodarse, porque cuando una persona mayor deja de hacer actividades experimenta un retroceso. Aunque quieran estar sentados o no les apetezca hacer algo de ejercicio, porque están cansados o no tengan ganas, que no les dejen. Es importante encontrar alguna actividad adecuada, que les guste.
Lo mismo ocurre con las actividades cognitivas. Si, por ejemplo, no les gusta escribir, se les puede hacer preguntas para que respondan de forma oral y ejerciten la mente. Es decir, siempre hay que inventarse algún método para que, de alguna forma, se mantengan activos y trabajen sin darse cuenta en aspectos que les benefician.