La alimentación de nuestros mayores en verano
Debemos prestar mayor atención a la alimentación de nuestros mayores en verano.
Las personas mayores son un grupo de la población especialmente vulnerable a la hora de sufrir deshidratación, golpes de calor o infecciones alimentarias.
Algunos de los cambios naturales e irreversibles del envejecimiento afectan directamente a la alimentación de las personas mayores.
- Pérdidas sensoriales: La disminución paulatina de los sentidos del gusto y el olfato alteran la percepción de los sabores. En algunos casos puede derivar en la disminución de apetito.
- Empeoramiento de la salud bucal: El flujo de saliva disminuye originando sequedad en la boca. Es frecuente la pérdida de piezas dentales y la disminución de eficacia al masticar.
- Función gastrointestinal: Como consecuencia de la medicación las personas mayores tienen más probabilidad de sufrir trastornos como la diarrea. Por norma general se produce una disminución del jugo gástrico y pancreático que afecta a la digestión de las proteínas.
- Funciones metabólicas: Por norma general, el envejecimiento conlleva a una disminución de la estatura, y por tanto de la masa corporal y la densidad ósea. Estos cambios en el organismo pueden derivar en alteraciones endocrinas, tales como la diabetes o el tiroides.
Entre el 20% y el 30% del líquido que necesitamos proviene de los alimentos, y entre un 70% y 80% de las bebidas.
Debemos beber agua, aún sin tener sensación de sed.
En Grupo Los Nogales contamos con unos valores nutricionales propios, en los que basamos la alimentación de nuestros mayores.
Así conseguimos que su dieta sea personalizada, altamente equilibrada y de calidad. Capaz de responder a cada una de las necesidades individuales.
Para ello, se requiere un riguroso trabajo en equipo.
En base a los distintos menús que Ignacio Fagoaga elabora desde Cocina Central, el Departamento de Dietética y Nutrición de cada residencia realiza modificaciones en base a las necesidades y las preferencias de cada residente.
“Queremos que las elecciones nutricionales sean personales, a la vez que supervisadas por especialistas. Por ello trabajamos en esta sinergia donde las necesidades y las preferencias de nuestros mayores se equilibran”
Ignacio Fagoaga,
Experto en Nutrición Geriátrica/ Responsable Cocina Central del Grupo Los Nogales
En verano, la alimentación de las personas mayores debe adaptarse a las condiciones climatológicas.
Nuestros mayores son altamente sensibles a estas condiciones climatológicas, más aún aquellos que padezcan una enfermedad cardiovascular, respiratoria o renal.
Su temperatura corporal puede verse afectada por estas condiciones climatológicas y derivar en un golpe de calor o deshidratación.
En las residencias de El Grupo Los Nogales, realizamos una serie de modificaciones en la dieta de nuestros mayores centrada en aportarles mayor hidratación, y las mantenemos durante los meses más calurosos.
- Servimos gazpacho todos los días. No como un plato, sino como bebida.
- Elaboramos zumos naturales diariamente.
- Incorporación de un mayor número ensaladas variadas.
- Siempre hay botellines de agua al alcance de nuestros residentes.
- Mayor cantidad de verduras y hortalizas de temporada. Gracias a nuestro amplio recetario se consumen todos los días sin resultar repetitivo.
- Fruta de temporada: También se consume diariamente en diferentes formatos como el zumo o la macedonia.
- Sustituimos las carnes rojas por pescado azul u otros alimentos ricos en ácidos graso y poliinsaturados.
Elaboramos 1.200 litros de gazpacho a la semana.
La idea de la que partimos es que el resultado final de los platos sea lo más apetecible para cada residente, además de cubrir sus necesidades individuales.
Consejos para la alimentación del mayor que reside en su domicilio:
- Disfrutar de la comida: En compañía todo sabe mucho mejor. Es recomendable aprovechar la hora de la comida para combatir la soledad, uno de los mayores obstáculos a los que se enfrenta este sector de la población. Comer en un ambiente lúdico y distendido es altamente beneficioso. Consulta nuestro servicio de Comedor Externo.
- Hidratarnos: Es fundamental consumir líquidos. Podemos hacerlo mediante cremas, zumos y por supuesto agua. Se recomienda beber 1 litro y medio de agua al día.
- Consumir alimentos variados y de calidad: Es muy importante conocer el origen de los productos que consumimos y asegurarnos de que se tratan de productos de calidad. Además, es recomendable conocer la manipulación y la conservación a los que han sido sometidos estos alimentos.
- Priorizar los alimentos de origen vegetal (legumbres, frutos secos…) frente a los de origen animal.
- Realizar cinco comidas al día: En las que repartamos la cantidad de nutrientes que necesita nuestro organismo.
- Evitar el alcohol: Está relacionado con una larga lista de enfermedades. Puede provocar pérdida de apetito la hiporexia) e interaccionar con diferentes nutrientes (Por ejemplo, la vitamina B1 Y B2). Combinar su consumo con la medicación es muy peligroso.