Malos hábitos alimenticios en la tercera edad
Uno de los servicios más valorados por aquellas personas que buscan una residencia o un centro de día para sus familiares, es la presencia de un gabinete especializado en nutrición y dietética. De hecho, todos aquellos centros que aparecen en las primeras posiciones del ranking de residencias de ancianos en Madrid lo poseen, como es el caso de los centros sociosanitarios Los Nogales, donde contamos con un equipo de profesionales que vela porque nuestros mayores sigan una dieta equilibrada, adaptada a su edad y a las necesidades de su estado de salud.
Muchas personas de la tercera edad que viven solas o en compañía de sus parejas, tienden a descuidar su alimentación por diversos motivos. En este post, nos gustaría abordar algunas de esas causas para hacer hincapié en cuáles son los errores alimenticios más comunes y la importancia que tiene evitarlos, algo que resultaría tan sencillo como acudir a nuestros centros de día y disfrutar, de entre otros muchos servicios y actividades, de una dieta saludable y variada, coordinada por el equipo de nutrición y dietética. Pero antes vayamos a analizar qué errores cometen muchas personas mayores a la hora de alimentarse:
1.- No realizar la compra: Las personas de cierta edad que tienen dificultades de movilidad tienden a realizar el menor número de desplazamientos posibles. Y no se trata solo de personas que tengan dificultades explícitas para caminar sino también de aquellos que se cansan en exceso realizando todo lo que esto implica (vestirse, salir a la calle, desplazarse hasta un supermercado). Y la consecuencia de todo esto es una falta de alimentos frescos en su dieta, especialmente frutas, verduras, carnes y pescados, que afectará notablemente a su salud.
2.- Dejar de cocinar: Algo parecido ocurre con el hábito de cocinar. La falta de ganas, de motivación, de materias primas… hace que muchas personas mayores pasen a cocinar lo mínimo, alimentándose siempre del mismo tipo de platos y haciendo que su dieta se vuelva escasa y poco variada. Los guisos son sustituidos por el picoteo y las cenas por las meriendas de café y bollería, que aunque sirven para saciar el hambre, nunca aportarán los nutrientes, vitaminas y minerales que necesitan las personas mayores en su día a día.
3.- Consumir alimentos precocinados: Relacionado con los puntos anteriores viene este que ahora abordamos, el de los alimentos precocinados. Se trata de otra consecuencia de dejar de cocinar y de dejar de realizar una compra con frecuencia: al ser alimentos que se conservan durante bastante tiempo, su adquisición garantiza el poder reducir el número de visitas al supermercado y como además se cocinan con facilidad, se convierten en los reyes de las cocinas de las personas mayores. Obviamente, se trata de un pésima opción alimenticia al tratarse de alimentos que contienen muchos conservantes, sal, azúcar, grasas… y que, en defintiva, resultan perjudiciales para todas las personas.
4.- Eliminar ciertos alimentos: Bien sea porque les resulta complicados de comer (como es el caso de la carne que puede resultar dura para sus dentaduras) o complicados de cocinar (ciertas legumbres o verduras cuya elaboración requiere de bastante tiempo), son muchas las personas mayores que optan por eliminar alimentos de su dieta, algo que no ocurriría si simplemente sustituyeran su formato, por ejemplo, convertir las verduras en zumos o purés.
Por estos motivos, en la actualidad existen muchas personas de la tercera edad que no se alimentan correctamente, lo que puede pasarles factura y provocarles problemas de salud más fáciles de sufrir a su edad como es el caso de diabetes o hipertensión. Por eso, es importante que aquellas personas que, aún estando totalmente válidas, hayan descuidado su alimentación, se planteen acudir a centros de día como los nuestros, en los que además de participar en múltiples actividades con gente de su misma edad, dispondrán de un servicio de nutrición y dietética para garantizar que su alimentación sea la adecuada.
Y aquellos mayores que residen de forma permanente en Los Nogales, uno de los centros mejor valorados de los que aparecen en el ranking de residencias de ancianos en Madrid, también disfrutan en nuestros comedores de la mejor alimentación, elaborada siempre con productos naturales de temporada y que puede personalizarse en función de las necesidades o enfermedades con menús basales que tienen en cuenta los gustos de cada persona.